Señores periodistas y políticos españoles (digo españoles porque son los que me afectan de manera más directa):
Sepan ustedes que, aunque parezca increíble, son millones las personas que les escuchan diariamente y, más increíble aún, los hacen atentamente y en muchas ocasiones les imitan. Por eso, cada vez que ustedes cometen un error e insisten, e insisten, e insisten, en él ese error comienza a propagarse entre la población como una virus letal.
Ya hace tiempo que tengo uno de esos errores, producto de no sé si de su indiferencia o de su ignorancia, atravesado en las tripas y ya no aguanto más. Ha llegado el momento de volver a las educativas clases de los maestros Epi y Blas y enseñarles el significado de las palabras Emigrante e Inmigrante.
¿Preparados? Pues vamos allá:
Emigrante:
Que emigra. Dicho de una persona: que se traslada de su propio país a otro, generalmente con el fin de trabajar en él de manera estable o temporal.
Pongamos algunos ejemplos:
Un argentino que se va a vivir a Perú es un emigrante.
Un peruano que se va a vivir a Alemania es un emigrante.
Un alemán que se va a vivir a España es un emigrante.
Ahora la definición de Inmigrante:
Que Inmigra. Dicho de una persona: que se traslada de un lugar a otro en su mismo país especialmente con idea de formar nuevas colonias o de domiciliarse en las ya formadas.
Veamos unos ejemplos:
Un señor de México capital que se va a vivir a Chiapas.
Un leonés que se va a vivir a Chinchilla de Aragón.
Una señora de Potes que se va a vivir a Santander.
Espero que ahora tengan más claro que yo, cántabra hasta las trancas que estoy viviendo en Palma de Mallorca, soy una inmigrante y que el destituido Sr. Jorge Valdano, que dejó su Argentina natal para venir a vivir a Madrid, es un emigrante.
Fácil ¿no? Pues, ¡ea!, a ponerlo en práctica que ya les vale.